El día perfecto en Potes


Un tesoro de esta tierra

Potes es el centro neurálgico del valle de Liébana y punto de paso para ir a Fuente Dé y a Picos de Europa. Para llegar hasta allí atravesaremos el increíble desfiladero de la Hermida, el más largo de España (21 kms).

Es uno de los municipios más atractivos de Cantabria gracias a sus particularidades geográficas ya que se encuentra rodeado de un espectacular paisaje y situado en la confluencia de los cuatro valles de la Comarca. Esta pequeña localidad, capital de la comarca de Liébana ahora también puede presumir de ser la Capital del Turismo Rural en 2020.

Por la mañana de camino a Potes: en el pueblo de Lebeña podremos descubrir una iglesia con detalles mozárabes que refleja la influencia árabe en el norte de España. En La Hermida podremos desviarnos hacía uno de los lugares más mágicos de Cantabria, El Mirador de Santa Catalina, ascenderemos a través de un bosque de robles y hayas y en la cumbre tendremos una de las mejores vistas del tramo más profundo de la garganta del desfiladero. Por último antes de llegar a nuestro destino, en el pueblo de Tama podemos visitar el Centro de Visitantes del Parque Natural Picos de Europa.

Tras las paradas en el camino, seguiremos nuestra ruta hasta llegar a Potes para dejarnos enamorar por este pueblo que en sus orígenes sirvió de centro comercial y administrativo de la zona. Es por ello que reúne un importante patrimonio histórico en sus calles, el mejor ejemplo de este legado es la Torre del Infantado (siglo XIV), que se utilizó como prisión y donde hoy se encuentra el Ayuntamiento y el centro cultural.

Sin dudarlo el mayor encanto de esta villa es callejear y perderse por su casco histórico, un laberinto de calles empedradas y coloridos balcones entre los que encontraréis un montón de restaurantes que ofrecen una amplia carta de platos típicos (como el cocido lebaniego) y en algunos casos unas vistas de infarto hacía los Picos de Europa. Nuestra recomendación es reservar con antelación si tenéis previsto comer allí, os dejamos la referencia de algunos de nuestros restaurantes preferidos: La Soldrería, Asador Llorente o La Barrica.

Por la tarde podéis completar la excursión por las alturas y subir hasta el teleférico de Fuente Dé que asciende desde el valle y nos adentra en el macizo oriental de los Picos de Europa. Salva un desnivel de 753 metros y en los cuatro minutos que dura su trayecto nos sitúa en los 1.825 metros de altitud. En la actualidad sus cabinas están totalmente acristaladas y desde el mirador de la estación superior, que cuenta con cafetería, podremos disfrutar de un paisaje de montaña de inmensa belleza.

De vuelta podemos hacer una última parada (si no hemos aprovechado durante la subida) para visitar el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, esta joya data del siglo VI. Del edificio original del siglo XIII tan solo queda la iglesia, de estilo gótico. En el interior del monasterio todavía vive una pequeña comunidad franciscana, pero lo realmente relevante de Santo Toribio de Liébana es que en su interior se encuentra el «Lignum Crucis«, el mayor fragmento conservado de la cruz de Jesucristo.

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